Formamos estudiantes competentes en el inglés, a través de un currículo cultural orientado a reconocer y aprovechar el mundo de posibilidades que brinda la educación bilingüe.
Entendemos que cuando los alumnos son expuestos al idioma inglés la primera infancia, desarrollan una relación natural con el idioma y su cultura. Así mismo, favorecen su desarrollo cognitivo y el rendimiento de las habilidades básicas, algo que repercutirá positivamente, tanto en la etapa escolar como en la personal.
Crecer aprendiendo un idioma extranjero tiene un impacto formidable en el desarrollo del cerebro de un niño. Identificamos que gracias a este proceso, nuestros estudiantes adquieren una mayor capacidad de concentración, capacidad psicosocial, agilidad en los procesos y eficacia resolviendo problemas. Es por eso que los alumnos adquieren el idioma inglés trabajando en pequeños proyectos (INQUIRY BASE-LEARNING PROJECT) donde se prioriza al niño como artífice de su propio aprendizaje desde muy temprana edad.
Con la educación bilingüe desde la niñez, los estudiantes conocen de cerca dos culturas. Esto tiene un gran valor para su educación y desarrollo intelectual, no sólo a nivel educativo, al aprender un idioma o cultura distinta. Sino que, hace que desarrollen una mente mucho más abierta, lo que tiene un impacto positivo en sus relaciones humanas y profesionales.
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