La educación corría por mis venas desde siempre. Ayudaba a mis compañeros de colegio a estudiar, en la Universidad fui ayudante de cátedra y mi primer emprendimiento fue un Taller de Computación para niños, pionero en Asunción.
Cuando mi querida Tata partió al Cielo (mi abuela materna) “se me ocurrió” enamorar a mi mamá con la idea de abrir un espacio para educar niños con el nombre de mi abuela: Elena.
Así nace el Colegio Santa Elena, desde el amor y para amar. Con ganas de formar personas especiales para un Paraguay diferente.
Basamos nuestra práctica pedagógica en la Educación Personalizada, afirmando que el único gran objetivo de la educación en este milenio es la formación de personas íntegras, capaces de utilizar los conocimientos adquiridos de manera eficaz y creativa dentro de este mundo de cambios vertiginosos.
La teoría de las inteligencias múltiples y los avances de la neurociencia sobre cómo aprende el cerebro humano, nos brindan nuevas e innumerables estrategias para transformar el aula y el currículum a formas aplicables a la vida del alumno, relacionadas y significativas a sus emociones y basadas en valores cristianos, que lo ayuden a construir su propio proyecto de vida.
Desarrollar las capacidades humanas, según los principios del evangelio, dentro de un estilo de educación personalizada que atiende la singularidad, la autonomía y la apertura con la adhesión de los diferentes estamentos de la comunidad educativa.
Personas íntegras, autónomas, con principios éticos y democráticos, que atienden a su relación con Dios, consigo mismas, con los demás y con la naturaleza, abiertas a la trascendencia, formadas a la luz de la Fe de la Iglesia Católica, en una institución educativa sólida.
